Sobre la esclavitud

Ley de la abolición de la esclavitud en Cuba (1880)
Hacia la abolición del Trabajo

Riqueza insostenible y desaparicion de la pobreza (2002)

Por Ernesto Garcia Camarero.
 

Se indican algunas de las contradicciones incomprensibles de la Sociedad de nuestra época. Se enuncian los postulados del neoliberalismo, y se expone que el nuevo paradigma económico debe fundarse en la materia, la energía y la información en vez de los clásicos tierra, capital y trabajo. Se esbozan los tres aspectos fundamentales de la cuestión.

Acelerados cambios

Estamos viviendo en una época en la que se han producido y siguen produciéndose grandes y acelerados cambios en los ámbitos económicos, políticos, éticos y culturales. Cambios y transformaciones que, si bien abren enormes expectativas para alcanzar un futuro de bienestar para toda la humanidad, estas no se incorporan en los sistemas legislativos debido a la inercia social de los tiempos anteriores, lo que hace que nuestros comportamientos sigan regulados como si esos cambios no se estuvieran produciendo y al mismo tiempo que provocan fuertes temores y contradicciones sociales, tanto a nivel global / planetario como en las esferas nacionales e individuales. Esto nos sitúa ante una crisis de valores que será preciso resolver para poder finalmente alumbrar el mundo nuevo emergente, del que ya hay sobrados signos. Alumbramiento que si fuera posible, lo que es una expresión ingenua de deseos aunque no exenta de factibilidad, debería hacerse mediante un parto sin dolor. Pongamos de manifiesto algunos de estos aspectos conflictivos :

1.- La actual capacidad productiva de bienes materiales es tan grande que bastaría para satisfacer las necesidades vitales de toda la población mundial, tanto en alimentos, como en vestidos, vivienda y otros elementos esenciales para la vida. Sin embargo, en la realidad se observa que cada vez son más amplios los sectores de población que carecen de lo suficiente para sobrevivir, al tiempo que en algunos centros se acumulan riquezas jamás soñadas.

2.- La capacidad de difusión de la cultura a través de los nuevos medios de comunicación es tan grande, que hace posible poner al alcance de todos, en cualquier parte del mundo, toda la producción literaria, científica y artística elaborada hasta ahora y acumulada durante siglos de historia, así como incorporar las diversas culturas del mundo al acervo común. Sin embargo, la inmensa mayoría tiene dificultades insalvables para acceder a las diversas manifestaciones culturales o beneficiarse de los adelantos científicos y tecnológicos, mientras que pequeños grupos monopolizan la información protegida por patentes, copyrights y otras leyes abusivas, con lo que se impide un mayor crecimiento del conocimiento.

3.- Los adelantos científicos en medicina y farmacia están en situación de dar una asistencia medica preventiva y asistencial a toda la población del mundo, sin embargo, muchas enfermedades que podrían estar erradicadas no lo están, mucho sufrimiento que podría evitarse con tratamiento adecuado no se evita, al tiempo que se gasta gran esfuerzo y recursos en tratamientos cosméticos o similares.

4.- El gran crecimiento demográfico, vistos por algunos como una catástrofe, debería ser considerado como el aumento de vida inteligente y racional (la materia más evolucionada del universo, la riqueza más elaborada) para convertirse en uno de los hechos mas importantes del siglo XX, y utilizarse ese crecimiento de vida y razón en beneficio de todos y de la evolución conjunta.

5.- Se habla de Nueva Economía, y se presenta como motor ineludible del cambio, cuando realmente es algo que está a la defensiva, intentando salvar lo que se pueda de la vieja sociedad, procurando mantener las antiguas estructuras, y ocultar o no abordar las nuevas posibilidades económicas realmente innovadoras.

Cuando en los puntos anteriores, a los que se podrían añadir otros muchos, se observan los aspectos positivos, que pueden resumirse en el notable incremento potencial de las riquezas materiales e inmateriales, y vemos que en la actualidad ese potencial se vuelve contra el desarrollo mismo de la humanidad, cabe preguntar ¿qué está sucediendo para que no se aproveche esa capacidad en beneficio de todos, única manera de un desarrollo sostenible ? ¿Cuál es la causa que impide la aplicación adecuada de las nuevas fuerzas productivas ?

La cuestión es que la nueva situación no se produce en una sociedad desprovista de historia, sino en una con un complejo y antiguo entramado de ideas, relaciones e intereses, originados en tiempos de escasez, que impiden ver con claridad la manera de aplicar los nuevos y abundantes recursos por temor que sus efectos perjudiquen a alguien, sin darse cuenta que, aplicados adecuadamente, se puede tener la confianza de que a todos favorezcan, no necesariamente por igual, sino en la forma que cada uno desee.

Todo esto nos hace creer que para la transformación indicada no bastan reformas y arreglos, se precisa de un cambio de paradigma. La necesidad de cambiar de paradigma en economía no solo está motivado por un más detallado conocimiento de los hechos (como sucede en física), sino también, y principalmente, debido a la rápida evolución del objeto estudiado ; evolución, en parte, producida porque el aumento del conocimiento modifica al objeto.

Muchas de estas dificultades surgen por que las transformaciones socioeconómicas, impulsadas por los cambios tecnológicos - fruto del avance de la ciencia y de la racionalidad - no vienen acompañadas por cambios paralelos en los principios éticos y filosóficos en los que deberían fundamentarse para obtener soluciones ecuánimes, sino que son consecuencia de unas relaciones políticas y de poder arcaicas, tejidas en condiciones, de escasez y de ignorancia (muy diferentes de las actuales). Estas relaciones heredadas son ahora inadecuadas ya que no sirven para desarrollar toda la potencialidad ofrecida por la nueva situación y ponerla al servicio del ser humano en general. Por tanto deben surgir nuevos principios y fundamentos éticos y filosóficos (latentes y sumergidos), acordes con las nuevas relaciones de producción, que conduzcan a mejores formas de propiedad, de participación democrática, etc. Estos principios deberán ser elaborados y aceptados por la cooperación de todos para, finalmente, conformar las nuevas políticas y los nuevos modos de actuación. Aquí radica el gran reto y esto es una de las mayores dificultades que habrá que superar para poder realizar los cambios sociales necesarios para alcanzar un nuevo equilibrio.

Dos premisas de la globalización neoliberal

La pretensión de imponer unos principios, aunque para algunos parezcan justos, no conduce a la solución de los problemas sobre todo cuando esos principios se alejan de los que corresponderían a la situación real, siempre heterogénea y cambiante. Esta imposición es la que, en términos abstractos y desde la visión del primer mundo, se pretende realizar cuando se habla de globalización y se apoya en dos principios : neoliberalismo y nuevas tecnologías.

Con estos principios algunos piensan que se producirá la extensión universal de la globalización, que el mundo podrá considerarse como una aldea global en la que se generalizará el bienestar, con un crecimiento cada vez mayor de la riqueza y con la ampliación de los niveles de bienestar y de cultura a todos los miembros de la Sociedad. Se habla así, por una parte, como si estos beneficios fueran universales, irreversibles y comunes a toda la humanidad y, por otra, como si fuesen consecuencia inevitable de la aplicación de las ideas neoliberales y del desarrollo, sin más, de las nuevas tecnologías. Vemos así que la globalización, como la entienden los actuales dirigentes del mundo, se apoya en dos premisas :

Primera premisa : neoliberalismo. El mercado, junto al liberalismo económico que tiene como motor y objetivo fundamental al lucro, es la única forma de producir abundantemente y de distribuir con eficacia la riqueza.

Se constata, sin embargo, que si bien el liberalismo moviliza ciertas fuerzas sociales y desarrolla algunas aptitudes productivas, no es capaz de distribuir lo que la sociedad en su conjunto produce y necesita, y menos todavía si esta sociedad no la contemplamos solo dentro de los territorios parciales del Centro, y la ampliamos para incluir también al territorio correspondiente a la periferia, es decir, a todo el globo, como debería hacerse si se habla de globalización.

Resulta de ello que la globalidad, como ahora se entiende, tiene cada día mas carencias, ya que es incapaz no solo de reducir las diferencias entre grupos y personas sino, lo que todavía es peor, las amplia y hace que los niveles sociales inferiores del mundo queden ya muy por debajo de cubrir las necesidades de subsistencia, y por tanto que puedan participar en el mercado. Y esto afecta a un número cada vez mayor de personas. Ya veremos que después de esta constatación queda claro que la primera premisa, el neoliberalismo, no solo no permite crear riqueza para todos sino que es un obstáculo insalvable para que ello ocurra. Buscaremos algunos puntos y contradicciones que, a nuestro juicio, dejan patente este obstáculo.

Segunda premisa : la tecnología. La tecnología puesta al servicio del liberalismo es el instrumento adecuado para producir y distribuir los bienes necesarios para satisfacer la demanda originada en ese mercado universal único que conforma la “globalización”.

También se constata que el desarrollo de la ciencia y de la tecnología, cuando sigue los objetivos marcados por el neoliberalismo, no se orienta hacia descubrimientos beneficiosos para toda la humanidad sino únicamente hacia los que permiten maximizar el lucro y el poder, es decir, que solo conducen a desarrollar procedimientos para dar la satisfacción a grupos cada vez mas restringidos.

Por otra parte, se puede comprender que la propiedad privada del conocimiento no se justifica por el solo hecho de haber comprado los últimos descubrimientos, ya que la ciencia es un tejido de conocimientos entramados producido colectivamente, a lo largo de toda la historia, por capas muy amplias de su población. Es decir, el conocimiento es un producto eminentemente complejo y social y por tanto su propiedad no puede fraccionarse y estar en manos privadas. Además, el concepto mismo de propiedad del conocimiento es de naturaleza muy diferente a la de la propiedad de bienes materiales ya que, a diferencia de lo que ocurre con estos, la utilización del conocimiento por unas personas no lo desgasta ni lo consume sino que lo incrementa y, por tanto, para aumentar la riqueza que representa el conocimiento este debe estar libremente disponible para cualquier otra persona que lo necesite. Antes, cuando los medios de difusión eran primitivos, estos impedían el acceso a la cultura y la hacia escasa, pero ahora con los medios que han permitido construir el ciberespacio la difusión del conocimiento es global e inmediata. Esta peculiaridad da al conocimiento una característica de abundancia que, por si sola, hace difícil que pueda justificarse sobre él ningún tipo de propiedad mercantil, que solo se lograría imponer si se ejerciese la coerción y la violencia.

Aunque estas dos premisas o principios no satisfacen, como veremos, las expectativas de desarrollo global y equilibrado del mundo, tampoco existe todavía un modelo concebido como un sistema de partes interdependientes y armoniosas, en el que las diferentes naciones o sistemas sociales se relacionen en términos de cooperación, aportando la contribución propia ya sea en el ámbito de la economía, de los recursos, de la cultura o de la información. No es necesario ser muy observador para percibir que de forma paulatina y soterrada se esta iniciando la aparición de una sociedad emergente que intenta formarse usando el nuevo paradigma y que eclosionará cuando alcance el punto critico.

Globalización de los mercados y globalización del conocimiento

Estamos asistiendo, pues, al comienzo de la confrontación entre la globalización neoliberal y otra globalización alternativa apoyada en un nuevo paradigma todavía difuso fundamentado en el conocimiento. Sin embargo, vemos todavía que todos los indicios, corroborados por el análisis de informes y datos estadísticos de organismos internacionales, nos indican, que las transformaciones acaecidas a nivel mundial durante los últimos veinte años de preponderancia neoliberal - una vez desaparecido el contrapunto competitivo externo, del denominado socialismo real - han aumentado las diferencias entre los países ricos y pobres, y entre los sectores ricos y pobres de cada país. En paralelo, las relaciones de poder siguen inmutables : las naciones poderosas (entre las cuales existen grandes tensiones), que continúan dominadas por los grandes grupos económicos, siguen imponiendo sus intereses a las más débiles. Donde libertad de mercado solo significa libertad de mercaderes, donde no se conciben otras formas de vida que no sean las que pasen necesariamente por la mercantilización, con la consigna de que toda actividad debe estar orientada a ganar dinero y donde la solidaridad y los tradicionales valores, que otrora alimentaron la utopía, parecen trasnochados y periclitados.

Vemos pues que el neoliberalismo no trae, como consecuencia automática, el desarrollo, la nivelación y equilibrio económicos, como su idílica formulación plantea, sino todo lo contrario. Además obliga a que la ética de los valores humanos vaya cediendo cada vez más su puesto a una corrupción generalizada que invade amplios espacios de sociedad y que, a través de los media, instala por doquier una cultura-basura como forma de domesticación, de lucro para pocos y de miseria para todos.

Por otra parte, el espectacular desarrollo de la tecnología, permite pensar en nuevas formas de producción, de distribución y de intercambio, no solo de bienes materiales sino también inmateriales y culturales, que sean beneficiosos para toda la población de la Tierra. Sin embargo, el sistema de ideas y practicas que fundamenta la actual forma neoliberal de organizar las relaciones sociales y económicas y de orientar el desarrollo científico y tecnológico, no solo es un obstáculo insalvable para que los avances en ciencia y tecnología redunden en beneficio de todos los seres humanos, sino que además puede provocar grandes catástrofes sociales y ecológicas.

Resulta sorprendente y paradójico que, pese a las crecientes capacidades de producción y de comunicación que se extienden a escala mundial, y que permitirían pensar en un cambio beneficioso para todos, los resultados que ofrece la actual globalización sean tan negativos para la gran mayoría de la humanidad, para toda la Humanidad (incluso para los que se creen beneficiados). Además, si no se evita a tiempo, esta situación tiende a empeorarse con riesgos de originar desequilibrios insostenibles que pueden acarrear enormes peligros universales. Un ejemplo de estos desequilibrios lo encontramos en la creciente exigencia de la globalización de mantener un férreo control de las fronteras del primer mundo para impedir el libre ingreso de personas desesperadas. Control que, por otra parte, pese a las guerras sucias y "limpias", será cada vez más difícil de mantener.

La eclosión de una nueva sociedad.

Pero la actual crisis no nos conducirá al final de la historia, sino en todo caso a su comienzo. Ya que puede decirse que, por primera vez en la historia, gracias a las potencialidades de los medios de comunicación, es posible la rápida toma de conciencia de los problemas universales que afectan a todos, cambio de conciencia que surge del conocimiento.

Toma de conciencia que conduce a que se produzcan cambios de sensibilidad y formas de intercomunicación universal que permitan la auto-organización masiva y ofrecen un medio de manifestación y de defensa de los derechos humanos, que facilitaría el llevar a cabo la solidaridad efectiva entre los pueblos. Y también, ocuparse de la conservación y el futuro de la Naturaleza y de los problemas de adaptación al medio ambiente.

Aunque este planteamiento parece encubrir un mensaje lleno de buenas intenciones pero difícilmente practicable - lo que le da una apariencia de utópico -, el análisis de las contradicciones existentes en lo real y que conducen a lo posible nos puede permitir, sin duda, llegar a nuevas formas de conciencia colectiva y a avanzar en el establecimiento de soluciones para hacer frente a algunos de los problemas que se plantean en la sociedad que está emergiendo.

En la aparición de una nueva sociedad, tres aspectos son esenciales : cambio de paradigma económico, desarrollo de la sociedad del conocimiento, y que la producción de bienes materiales sea sostenible para facilitar la conservación de la Naturaleza

1.-Cambio de paradigma económico : materia, energía, información. La Sociedad de la Información

En el primer aspecto, debe considerarse críticamente la interpretación que hace el neoliberalismo de la estructura económica general, que supone como factores inmutables de la producción a la tierra, el capital y el trabajo ; que todo se confronta en un mercado universal único en forma de mercancías, es decir, lo que no pasa por el mercado no existe ; que la mano invisible ajusta esa confrontación para optimizar la producción y la distribución de riqueza en función de la participación de cada uno en el proceso productivo y en particular del trabajo aportado en dicho proceso. De esta manera supone el neoliberalismo que su efecto benéfico logrará alcanzar todos los rincones de la Tierra.

Sin embargo, vemos que ya se percibe con nitidez que los reales factores productivos son la materia, la energía, y la información, y que la tierra, el capital y el trabajo solo son formas concretas, correspondientes a determinados periodos históricos, obtenidas por la combinación de algunos de los factores nuevamente enunciados. Vemos también cómo evolucionan los sistemas productivos, de tal manera que la participación del hombre en ellos va disminuyendo aceleradamente : primero, por que las maquinas productoras de energía, los motores, reemplazan al hombre en su trabajo físico ; segundo por que las maquinas procesadoras de información, los ordenadores, reemplazan al hombre en su trabajo de aportar información en el proceso productivo. Los robots son maquinas que aportan simultáneamente fuerza e información.

Con esta nueva forma de producir se está llegando a la Sociedad de la Información, en la que virtualmente se libera el hombre del trabajo repetitivo y mecánico. Esta liberación es una de las causas que determinan el ocaso del liberalismo económico, ya que, en efecto, según va desapareciendo paulatinamente el trabajo del sistema productivo, el trabajador pierde su salario y por tanto desaparece del mercado. El mercado de bienes materiales se restringe, el mercado financiero especulativo crece momentáneamente, pero tendencialmente todo el sistema neoliberal se derrumba por ser incapaz de atender la demanda real y fundamentarse solo en atender la demanda solvente cada vez más escasa.

2.- Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento

En el segundo aspecto, vemos cómo se va perfilando la Sociedad del Conocimiento. Ante el callejón sin salida que se está provocando en la Sociedad de la Información, (causado por la sustitución del trabajo humano por el realizado por ordenadores, robots, y otros dispositivos), la única posibilidad de ir adelante, es pensar en una nueva sociedad, en la que el hombre se dedique a tareas de creación intelectual, en vez de realizar el trabajo físico y rutinario tradicional.

Con esto se tiende a creer que el hombre se “ganará la vida” dedicado a la creación científica, literaria o artística, que el trabajo intelectual sustituirá al trabajo mecánico. Se piensa que con el salario recibido por el trabajo intelectual y afectivo, el nuevo trabajador participará en la distribución de los bienes que se ofrecen en el mercado.

Pero debemos de observar, sin embargo, que en esta nueva situación la principal actividad humana será la producción de bienes inmateriales. Y como el comportamiento económico de los bienes inmateriales, es muy diferente al de los bienes materiales, ya que no se destruyen por el consumo, las relaciones económicas que surjan serán de naturaleza muy distinta a la actual. Por citar solo un rasgo económico de los bienes inmateriales diremos que son virtualmente de abundancia infinita, ya que por muchas copias que se saquen del original este siempre permanece intacto, lo que, con las actuales leyes económicas, si la oferta es infinita el precio debería ser cero. Esto trastoca el equilibrio actual.

Así, con las llamadas leyes de “propiedad intelectual” y materializadas en patentes, marcas, copyrights, etc., se ha querido restringir forzadamente la oferta de los bienes inmateriales para hacer que su comportamiento económico fuese análogo al de los bienes materiales. De esta manera se ha ido produciendo, históricamente, una apropiación forzada de los bienes inmateriales por parte de grupos reducidos apoyándose en aquellas leyes, actualmente insostenibles.

A veces, se pretende justificar esta situación alegando que son estimulo para el fomento y adelanto científico y tecnológico (también el de la creación de la música, etc...) ya que se piensa que los creadores solo producen movidos por el lucro. Observaremos como, con esta apropiación, únicamente se consigue crear un provisional mercado monopolista de bienes inmateriales destinado solo a personas con rentas suficientes para acceder como compradores a dicho mercado.

También, para la comprensión de este tercer aspecto debemos observar cómo ha evolucionado la producción científica y tecnológica desde su aparición moderna en el siglo XVII hasta nuestros días. Contemplar cómo los Estados Nación han orientado la investigación a los intereses de sus gobernantes (guerras, hegemonías...) que se han ido aprovechando paulatinamente de su producto y cómo, finalmente, son las multinacionales las que planifican la investigación y están intentando formar el monopolio del conocimiento, con una planificación orientada a la creación de productos lucrativos, o de armamentos, movidas por sus propias leyes internas, que no tienen en cuenta el interés social de los productos, sino el lucro, ni los peligros que puede ocasionar para el bienestar general y para la conservación de la Naturaleza.

Como algunos ejemplos de esto baste observar la investigación y desarrollo realizados en diversos campos : agricultura (semillas transgénicas y sus consecuencias), de la farmacia (abandono del estudio de fármacos necesarios pero no rentables), de la medicina (tratamientos orientados a la demanda solvente, problemática que plantea la biotecnología y el genoma)... por no hablar de las armas y los desastres producidos por la guerra.

En resumen, en este segundo aspecto señalamos a la evolución del desarrollo científico y tecnológico como el proceso más peculiar e importante de producción inmaterial ; y como ciertos grupos reducidos se han ido apropiando de su resultado, el conocimiento, mediante procedimientos que recuerdan a los de la apropiación de la tierra en épocas pretéritas. Sin embargo, la naturaleza del conocimiento no permite un concepto de propiedad análogo al de los bienes materiales, y por tanto no pueden ser fundamento de un mercado.

3.- Producción sostenible, conservación de la Naturaleza

Terminaremos, indicando como tercer aspecto, a la necesidad de convertir lo negativo del fenómeno llamado globalización en positivo, es decir, hacer que la enorme capacidad productiva actual sirva para crear bienes necesarios o deseados y no solo lucro, para poner el gran caudal de conocimiento al servicio público de la humanidad, y no de grupos reducidos, y organizar la producción en forma de redes autónomas distribuidas que superen las antiguas formas jerárquicas fordistas y posfordistas. Y. tambien, para repartir la abundante y sostenible riqueza, que los nuevos medios producen, de manera que nadie quede excluido, pero atendiendo a los límites impuestos por la conservación de la Naturaleza nuestro habitat ineludible. Esto acarreara movimientos y luchas que serán difíciles y largos, pero que traerán un mundo radicalmente diferente al que conocemos (viejo mundo gestado y elaborado en el dilatado periodo Neolítico de escasez e ignorancia que ahora termina) y que se anuncia como el comienzo de una nueva Era de perfiles todavía desconocidos, que surgiría tras una Gran Eclosión.