Documentos de Historia de España :: Guerra de la Independencia

Nota dirigida desde París al príncipe de la Paz por el consejero de Estado don Eugenio Izquierdo.

 

Carta en la que Izquierdo informando a Godoy de los planes de Napoleón en España respecto a la apertura de las colonias españolas al comercio francés, sobre la necesidad de pasar tropas francesas sobre territorio español para dirigirse a Portugal, para areglar de una vez la sucesion al trono de España, sobre un tratado ofensivo-defensivo entre España y Francia, y prevenciones que pone Izquierdo sobre dichos planes. (Escóiquiz, Idea sencilla, núm. 1.º)

La situación de las cosas no da lugar para referir con individualidad las conversaciones que desde mi vuelta de Madrid he tenido por disposición del emperador, tanto con el gran mariscal del palacio imperial el general Duroc, como con el vice-gran elector del imperio príncipe de Benevento.

Así me ceñiré á exponer los medios que se me han comunicado en estos coloquios para arreglar, y aun para terminar amistosamente los asuntos que existen hoy entre España y Francia ; medios que me han sido transmitidos con el fin de que mi gobierno tome la mas pronta resolución acerca de ellos.

Que existen actualmente varios cuerpos de tropas francesas en España es un hecho constante.

Las resultas de esta existencia de tropas están en lo futuro. Un arreglo entre el gobierno francés y español con recíproca satisfacción puede detener los eventos,(y elevarse á solemne tratado y definitivo sobre las bases siguientes :

1.ª En las colonias españolas y francesas podrán franceses y españoles comerciar libremente, el francés en las españolas como si fuese español, y el español en las francesas como si fuese francés, pagando unos y otros los derechos que se paguen en los respectivos países por sus naturales. Esta prerogativa será exclusiva, y ninguna potencia sino la Francia podrá obtenerla en España, como en Francia ninguna potencia sino la española.

2.ª Portugal está hoy poseído por Francia. La comunicación de Francia con Portugal exige una ruta militar, y también un paso continuo de tropas por España para guarnecer aquel país y defenderle contra la Inglaterra ; ha de causar multitud de gastos, de disgustos, engorros, y tal vez producir frecuentes motivos de desavenencias. Podría amistosamente arreglarse este objeto quedando todo el Portugal para España, y recibiendo un equivalente la Francia en las provincias de España contiguas á este imperio.

3. ª Arreglar de una vez la sucesión al trono de España.

4. ª Hacer un tratado ofensivo y defensivo de alianza, estipulando el número de fuerzas con que se han de ayudar recíprocamente ambas potencias.

Tales deben ser las bases sobre que debe cimentarse y elevarse á tratado el arreglo capaz de terminar felizmente la actual crisis política en que se hallan España y Francia.

En tan altas materias yo debo limitarme á ejecutar fielmente lo que se me dice.

Cuando se trata de la existencia del estado, de su honor, decoro, y del de su gobierno, las decisiones deben emanar únicamente del soberano y de su Consejo.

Sin embargo, mi ardiente amor á la patria me pone en la obligación de decir que en mis conversaciones he hecho presente al príncipe de Benevento lo que sigue :

1.° Que abrir nuestras Américas al comercio francés es partirlas entre España y Francia ; que de abrirlas únicamente para los franceses es dado que no quede de una vez arrollada la arrogancia inglesa, alejar cada día mas la paz, y perder hasta que esta se firme nuestras comunicaciones y las de los franceses con aquellas regiones. He dicho que aun cuando se admita el comercio francés no debe permitirse que se avecinden vasallos de la Francia en nuestras colonias, con desprecio de nuestras leyes fundamentales.

2.° Concerniente á lo de Portugal he hecho presente nuestras estipulaciones de 27 de octubre último ; he hecho ver el sacrificio del rey de Etruria ; lo poco que vale Portugal separado de sus colonias ; su ninguna utilidad para España, y he hecho una fiel pintura del horror que causaría á los pueblos cercanos al Pirineo la pérdida de sus leyes, libertades, fueros y lengua, y sobre todo el pasar á dominio extranjero. He añadido : no podré yo firmar la entrega de Navarra por no ser el objeto de execración de mis compatriotas, como sería si constase que un navarro había firmado el tratado en que la entrega de la Navarra a la Francia estaba estipulada. En fin, he insinuado que si no había otro remedio para erigirse un nuevo reino, vireinato de Iberia, estipulando que este reino ó vireinato no recibiese otras leyes, otras reglas de administración que las actuales, y que sus naturales conservasen sus fueros y exenciones. Este reino ó vireinato podría darse al rey de Etruria, ó á otro infante de Castilla.

3.° Tratándose de fijar la sucesión de España he manifestado lo que el rey N. S. me mandó que dijese de su parte ; y también he hecho de modo que creo quedan desvanecidas cuantas calumnias inventadas por los malévolos en ese país han llegado á inficionar la opinión pública en este.

4.° Por lo que concierne á la alianza ofensiva y defensiva, mi celo patriótico ha preguntado al príncipe de Benevento si se pensaba en hacer de Espada un equivalente á la confederación del Rin, y en obligarla á dar un contingente de tropas, cubriendo este tributo con el decoroso nombre de tratado ofensivo y defensivo. He manifestado que nosotros estando en paz con el imperio francés no necesitamos para defender nuestros hogares de socorros de Francia ; que Canarias, Ferrol y Buenos-Aires lo atestiguan ; que el África es nula etc.

En nuestras conversaciones ha quedado ya como negocio terminado el del casamiento. Tendría efecto ; pero será un arreglo particular de que no se tratará en el convenio de que se envían las bases.

En cuanto al título de emperador que el rey N. S. debe tomar, no hay ni había dificultad alguna. Se me ha encargado que no se pierda un momento en responder, á fin de precaver las fatales consecuencias á que puede dar lugar el retardo de un día el ponerse de acuerdo.

Se me ha dicho que se evite todo acto hostil, todo movimiento que pudiera alejar el saludable convenio que aun puede hacerse.

Preguntado que si el rey N. S. debía irse á Andalucía, he respondido la verdad , que nada sabia. Preguntado también que si creía que se hubiese ido, he contestado que no, vista la seguridad en que se hallaban concerniente al buen proceder del emperador, tanto los reyes como V. A. He pedido, pues se medita un convenio, que ínterin que vuelve la respuesta, se suspenda la marcha de los ejércitos franceses hacía lo interior de la España. He pedido que las tropas salgan de Castilla ; nada he conseguido ; pero presumo que si vienen aprobadas las bases podrán las tropas francesas recibir órdenes de alejarse de la residencia de SS.MM.

De ahí se ha escrito que se acercaban tropas por Talavera a Madrid ; que V. A. me despachó un alcance : á todo he satisfecho, exponiendo con verdad lo que me constaba. Según se presume aquí, V. A. había salido de Madrid acompañando los reyes á Sevilla : yo nada sé ; y así he dicho al correo que vaya hasta donde V. A. esté. Las tropas francesas dejarán pasar al correo, según me ha asegurado el gran mariscal del palacio imperial. Paris 24 de marzo de 1808. = Sermo. Sr.=De V. A. S.=Eugenio Izquierdo.