Historia de la Matemática Iberica :: Biografías

Excmo. Sr. D. Manuel Benítez y Parodi

por Luis Octavio de Toledo
 

Articulo aparecido en la Sección biográfica de la Revisat de la Sociedad Matematica Española (nº 6), en Febrero 1912.

Los talentos varios que poseía, su actividad exuberante, sus entusiasmos vehementes por multitud de las más varias disciplinas científicas que directa 6 indirectamente se relacionan con las Ciencias militares, hacen del. Excmo. Señor D. Manuel Benítez y Parodi una personalidad tan eminente y tan compleja que es imposible de estudiar en conjunto, en el poco espacio que la REVISTA puede dedicará su Sección Biográfica, y que exigirían, además, en su biógrafo dotes y conocimientos que sin rubor alguno podemos confesar que no poseemos. Por estas razones, en este recuerdo que la REVISTA dedica al Primer Vicepresidente de la Sociedad Matemática Española, nos limitaremos á señalar algunos rasgos suyos que nos le recuerden como apasionado y entusiasta cultivador y propagador de, los estudios matemáticos, prescindiendo de otros puntos de vista, no menos interesantes., pero que no son de nuestra competencia.

Nació el General Benítez en Sevilla el día 21 de Agosto de 1845 Y falleció, como ya saben nuestros lectores, en Madrid, el día 28 de Noviembre de 1911. Ingresó en i.° de Septiembre de 1861 en la Escuela especial del Cuerpo de Estado Mayor del Ejército, habiendo obtenido el número i en una convocatoria en que se presentaron to8 aspirantes. Con el núm. 2 de su promoción obtuvo el empleo de teniente en julio de 1865 ; no dejando ya nunca de pertenecer al mismo Cuerpo de Estado Mayor, por el cual tenía sus más vehementes entusiasmos, y obteniendo los empleos de General de brigada en Septiembre de 1903 y de General de división en 26 de Enero de 1910.

Nuestro biografiado desempeñó en la Academia de Estado Mayor las clases de Cálculo diferencial é integral y de Mecánica racional, primero como auxiliar y luego como Profesor, desde Enero de 1869 á Febrero de 1872, y, posteriormente, la Dirección de la misma Academia desde Febrero de 1890 á Agosto de 1891. Fué jefe de la 7.a Comisión Geodésica del Mapa de España, Director, durante más de nueve años, del Depósito de la Guerra y jefe de la Brigada Obrera y Topográfica de Estado Mayor, distinguiéndose en todos estos puestos por el impulso que supo imprimir siempre á cuantos trabajos y labores se realizaban bajo su dirección. Fué Vocal examinador de los Tribunales de Grados y de Exámenes de alumnos libres de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central en los años de 1885 y 1886, y desempeñó un gran número de comisiones científicas de órdenes muy diversos.

Pertenecía el General Benítez á multitud de Asociaciones científicas nacionales y extranjeras, entre otras á las Sociedades Geográficas de Madrid, de la cual era Vicepresidente, de Colombia (Socio honora río) y de Lisboa (Socio correspondiente), y estaba en posesión de tan, gran número de condecoraciones que su simple enumeración ocuparía ; multitud de líneas. Era Gentilhombre de Cámara de S. M. y Académico de la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Publicó varias obras referentes á asuntos puramente .militares, entre otras una Memoria científica sobre asuntos de Marina, é introdujo varios perfeccionamientos en los métodos taquimétricos para los levantamientos topográficos muy extensos, que merecieron plácemes de cuantos los examinaron con detención.

En unión del también General de división, D. Ignacio Salinas, fallecido hace pocos años, publicó los tratados de Aritmética y Álgebra Elemental y Superior, que en público concurso fueron premiados y adoptados como obras de texto en las Academias militares ; de la última de estas obras tenía actualmente en prensa una nueva edición en la cual había introducido muy interesantes modificaciones. Completamente inútil nos parece hacer un análisis detenido de estas obras, de todos conocidas ; sólo sí se puede decir que, educada en ellas una gran parte de la oficialidad de nuestro Ejército, las ideas en ellas sostenidas y propagadas han ejercido y ejercen una influencia casi decisiva en las orientaciones de la educación é instrucción matemática de -esa misma oficialidad.

En unión del mismo Sr. Salinas publicó también un Tratado de Aritmética general para Ingenieros y Arquitectos, cuya segunda edición creemos ha quedado sin terminarse de publicar (los señores hijos del General Benítez piensan terminar la publicaci6n de esta obra y del Tratado de Álgebra), y una Memoria titulada : Exposición razonada y metódica de los desarrollos en serie de las funciones matemáticas, premiada con Accésit el año 1893 por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales ; Memoria aún no publicada, pero que contribuyó no poco á que la misma Real Academia le llamase á su seno, designándole, en 3 de Mayo de 1905 , para ocupar la vacante producida por el fallecimiento del Ilmo. Señor D. Miguel Merino.

Como Profesor de Matemáticas y como expositor, nuestro biografiado era inimitable ; tenía la envidiable habilidad de hacer interesante y atractiva la materia que exponía ; su ingenio y gracejo natural le llevaban á mezclar términos gráficos militares en la exposición y enseñanza de materias matemáticas, y esta mezcla ingeniosa contribuía no poco á fijar la atención del oyente y á hacer amenísimas teorías, al parecer abstrusas y desabridas.

Dedicado muchos años á la enseñanza de la Matemática, muy especialmente á la preparación para el ingreso en las Academias milita. res, su clara inteligencia, su rápida percepción y la ingénita disposición crítica de su espíritu se habían agudizado y sensibilizado en forma tal, que allí donde otros veíamos una exposición clara, una demostración completa de una cuestión cualquiera, él encontraba lagunas y resquicios por donde deslizar objeciones y observaciones de carácter crítico unas veces y tendiendo á pedir nuevas ampliaciones, nuevos puntos de vista de los expuestos otras, pero siempre pertinentes al asunto debatido y mostrando en todo momento los conocimientos nada vulgares que poseía.

Yo recuerdo aquellas inolvidables tardes de hace no muchos años en que nuestro ilustre Presidente, el Excmo. Sr. D.. José Echegaray, exponía en el Ateneo de Madrid aquellas inimitables lecciones acerca de la Teoría de las funciones elípticas, á las cuales asistía con singular constancia y asiduidad el General Benítez ; al terminar la explicación quedábamos en grata conversación con el bondadoso Profesor algunos de sus admiradores, y esos momentos de charla amistosa eran aprovechados por el General para hacer algunas observaciones á la materia explicada, observaciones que no tenían otro fin ni otro objeto que el escuchar nuevamente la palabra ingeniosa y admirar más y más la profundidad de conocimientos de nuestro maestro venerado. Pero en esto consistía la habilidad del General, en encontrar materia de observación y de interrogación donde los demás lo encontrábamos todo irreprochable é iluminado con luz meridiana.

En algunas de aquellas tardes se discutió con enardecimiento la cuestión de la función de Weierstrass, función continua sin derivada, pues al principio el ánimo del General Benítez hacía respecto á esa función, y otras análogas, las mismas salvedades y reparos que han hecho otros muchos matemáticos. Plenamente convencido al poco tiempo de la verdad de las investigaciones de Weierstrass, se dedicó con ahínco al estudio de esta cuestión, y sobre ella debe haber dejado entre sus manuscritos notas y observaciones de interés, pues pensaba que el fruto de sus trabajos constituyese su discurso de recepción en la Real Academia de Ciencias.

Desde que se lanzó la idea de la constitución de una Sociedad Matemática en España, él fué uno de los más ardientes propagadores de ella y el que la hizo pública en su notable discurso de apertura de la Sección de Matemáticas del Congreso celebrado en Zaragoza por la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, y por estas razones, al constituirse nuestra Sociedad, le elevó á la primer vicepresidencia, prometiéndose no poca labor de su entusiasta actividad. Quien todo lo ordena ha dispuesto que no recojamos el fruto esperado y sólo nos toca acatar sus órdenes, aunque al privarnos de su compañía y de sus consejos haya herido profundamente nuestra alma y nuestros más caros sentimientos. ¡Descanse en paz el veterano y laborioso General Benítez !

Luis OCTAVIO DE TOLEDO.