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El ordenador y la creatividad en la Universidad de Madrid a finales de los sesenta (1986)

Por Ernesto García Camarero
 

Articulo aparecido en : Cultura y Nuevas Tecnologías (Una publicación con la ocasión de la exposición PROCESOS, Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, mayo 1986, Ministerio de Cultura, pp. 177-183) (13)

Al hablar de las Nuevas Tecnologías en la cultura, y en particular en el Arte, parece obligado remontarse a finales de la década de los sesenta, y a la experiencia que se llevó a cabo en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid, con la colaboración de un grupo de artistas españoles que se aglutinaron en torno al Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas.

Cuando en 1966 se crea formalmente el Centro de Cálculo, como resultado de un acuerdo entre la Universidad e IBM, se establece que su actividad se orientaría a atender las necesidades de cálculo que precisaban las tareas docentes y de investigación, y se excluía de forma expresa toda aplicación rutinaria. En estos años la informática todavía no había alcanzado gran difusión en nuestro país ; era la banca el principal usuario de ordenadores, aunque comenzaban a introducirse estos en el gran comercio y la industria. En la Universidad existían algunos laboratorios de cálculo, dotados con pequeños ordenadores, asociados a cátedras vinculadas principalmente con la matemática aplicada a la ingeniería.

Por eso, cuando se iniciaron las actividades del CCUM, una de las tareas esenciales fue encontrar y dar a conocer campos de actividad del ordenador, (baluarte de las nuevas tecnologías) que no fueran solo los que se desprendían de considerar a este nuevo instrumento como una máquina aritmética o matemática, heredera del ábaco chino, del aritmómetro de Pascal, o de las calculadoras de Leibniz y Odnher. Era preciso mostrar a los ordenadores como máquinas lógicas, como máquinas inteligentes que podían colaborar en un sinfín de dominios que hasta entonces no se había imaginado. Era importante dejar patente que lo esencial del ordenador era la información como soporte de conocimiento, hacer ver que la máquina podía sustituir al hombre en los procesos de control y ahorrarle la fatiga del trabajo mental repetitivo y mecánico, colaborando también en las tareas de creatividad. Todas estas características de la máquina anunciaban un cambio esencial en la actividad humana, prefigurándose como su rasgo esencial la creatividad, la inventiva, ya que para la ejecución de los procedimientos inventados se tenía al eficaz auxiliar que se encerraba en los nuevos templos que representaban los Centros de Cálculo.

El impacto que el ordenador representa en la actividad humana no significa sólo la aparición de una potente herramienta, sino que también actúa sobre el método de abordar los problemas, originando una mutación intelectual sin precedentes, que va tomando nuevas formas y denotándose con términos como inteligencia artificial, ingeniería del conocimiento, etc. y haciendo surgir todo un nuevo sector de la actividad social humana que recibe el nombre de cuaternario.

Habíamos percibido, pues, que estábamos ante un amplificador de la mente, y sentíamos la necesidad de entrar en el « meollo » de la informática, de llegar al límite de la « terra incognita » en el que se situaba una ciencia de tan reciente aparición, y nos animaba también a hacer ver que la actividad del informático no consistía en comportarse como un periférico del ordenador, con su cerebro programado para usar los programas y las máquinas que venían de fuera.

Estas ideas estaban detrás de las múltiples actividades que se desarrollaron durante los años en que existió el Centro de Cálculo (hoy desaparecido) : cursos internacionales, congresos, conferencias, publicaciones y seminarios. Actividades que siempre se consideraron heterodoxas en un Centro de Cálculo, más fábrica de números que lugar de creación.

Entre los seminarios que se desarrollaron en el Centro de Cálculo, trataremos aquí del que es más cercano al contenido de la presente exposición dedicada a la Cultura y las Nuevas Tecnologías ; nos referimos al que llevaba el nombre de Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas.

Este seminario se creó en una reunión que se celebró en los locales del Centro de Cálculo el día 18 de diciembre de 1968 a las 13 horas con la asistencia de las siguientes personas : de Málaga, M. Barbadillo ; de Madrid, F. Alvarez Cienfuegos, M. de las Casas Gómez, M. Fernández Barberá, I. Fernández Flórez, E. García Camarero, A. García Quijada, A. Martín, J. Montero, I. Ramos, G. Searle, J. .Seguí, R. Sempere, S. Sevilla Portillo ; de Valencia, V. Aguilera Cerní, J. M. López Yturralde. Para situar el espíritu de la reunión transcribimos la reseña que se incluye en el primer número del Boletín del Centro de Cálculo.

En la reunión García Camarero, tras exponer la marcha que se estaba llevando a cabo en otros Seminarios y cuáles eran los objetivos generales que se pretendían alcanzar con los mismos, indicó que la idea para la creación de este Seminario, surgió como consecuencia de la memoria presentada por el pintor Manuel Barbadillo, solicitando una de las becas para trabajos monográficos convocados por el CCUM en abril de 1968. En dicha memoria manifestaba su creencia de que el ordenador podría colaborar en la solución de alguno de los problemas con que se enfrentaba la investigación plástica actual conceptos que desarrolló en el coloquio de clausura de uno de los cursos de programación desarrollados en el CCUM. Esta creencia la comparte Mario Barberá, y los arquitectos Seguí de la Riba, de las Casas Gómez, de la Prada Poole, Searle, que en la actualidad participan en el Seminario de Organización de Espacios Arquitectónicos. Así mismo, el crítico de arte Aguilera Cerní, expuso en líneas generales el interés del grupo de Valencia en la investigación de la génesis plástica y su vinculación con la percepción y la psicología, indicando la obra de Yturralde como un intento en este sentido. García Camarero estima posible la generalización de los modelos de la gramática generativa para la descripción de la estructura plástica de un cuadro, y especialmente aplicables al ejemplo de la estética de Barbadillo. Se propuso invitar a Tomás Marco por considerar interesantes sus estudios sobre semántica musical. También se consideró que seria útil tomarla obra de Mordrian, Kandinsky, Albers, Malevich, como punto inicial de los estudios y ponerse en contacto con los profesores Ce cato y Borsari, quienes en Milán ya han realizado diversas experiencias de la aplicación de ordenadores en la composición plástica y en la percepción. »

A este seminario se fueron sumando otros artistas como Alexanco, Gerardo Delgado, Gómez de Laño Tomás García, Gómez Perales, Quejido, Sambricio, Enrique de Salamanca, Eduardo Sanz, Waldo Balart, Lugan entre otros. Las reuniones del seminario se realizaban quincenalmente en los locales de la estimulante arquitectura del Centro de Cálculo construido por Fisac, en donde se abordaron las ideas de interrelación entre arte y ciencia de una manera interdisciplinar y libre, sin jerarquías ni reglamentos, único ámbito donde las ideas pueden nacer y la creatividad desarrollarse. Las tareas del seminario se orientaron siguiendo varias líneas, pero todas conducentes a la utilización del ordenador en la creación plástica. Por eso, por un lado comenzaron a debatirse las ideas de estética cuantitativa de Birkhoff, Max Bense, o Frederik Nake, que condujeron al estetómetro de Prada Poole. Por otro lado se estudiaron las interconexiones entre la plástica y la lingüística, dejando clara la naturaleza bidimensional de la sintaxis plástica ; el auge, en aquel momento, de la gramática generativa de Chomsky, llevó al intento de su utilización en la generación de las formas plásticas.

También se indagaron otros caminos en psicología de la percepción, en las propiedades matemáticas de las ecuaciones de las curvas, en la cuantificación cromática, en el uso de números áureos, etc.

Toda esta búsqueda condujo en un primer momento a un intento de caracterización de lo que podría denominarse « forma computable » y con este nombre se realizó durante los días 25 de junio a 12 de julio de 1969, la primera exposición en los amplios sótanos del Centro de Cálculo, en donde se expusieron obras de Alexanco, Amador, Elena Asins, Barbadillo, Equipo 57, Tomás García, Lily Greenham, Lugan, Quejido, Abel Martín, Mondrian, Eduardo Sanz, J. Seguí, Soledad Sevilla, Sempere, Vasarely, Yturralde. Con lo que se clausuraba el primer curso del Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas.

Las actividades de este Seminario, pronto tuvieron resonancia internacional, presentándose trabajos en Congresos celebrados en la Universidad de Brunnel, en París, en México, en Burdeos, etc. y se difundieron mediante numerosas conferencias dadas en varias ciudades españolas, francesas, inglesas y americanas, así como mediante las citas que aparecieron en la mayor parte de los libros que aparecieron sobre el tema.

El segundo curso del Seminario también se clausurará con otra exposición (22 de junio a 4 de julio de 1970) que se titulaba « Generación Automática de Formas Plásticas ». Esta exposición tenía carácter internacional y en ella se expusieron obras de Alexanco, Barbadillo, Gerardo Delgado, Tomás García, Gómez Perales, Lugan, Quejido, Soledad Sevilla, Sempere como artistas españoles, y de Ashworth, Lecci, Mezei, Milojevic, Nake, Nees, Noll, Radovic y Saunders como artistas de otros países. Simultáneamente se celebró un coloquio internacional en el que además de algunos de los artistas expositores, pronunciaron conferencias F. Briones, Allan Sulcliffe (U. K.), H. W. Franke (Alemania Federal), E. García Camarero, I. Gómez de Liaño, J. M. de la Prada Poole.

Las actividades del Seminario se prolongaron un par de cursos más, se realizaron otras exposiciones fuera del Centro de Cálculo, una en el Ateneo con el nombre de « Formas computadas » y otra en el Palacio de Congresos y Exposiciones con motivo de una convención de IBM. También se participó en la magna exposición de arte de vanguardia denominada « Encuentros Arte Cultura » que montaron en Pamplona, en 1972, Luis de Pablos y José Luis Alexanco, y que puede considerarse como una de las mayores concentraciones artísticas que nunca se haya dado.

Hablar de los finales, como hablar de toda muerte, es siempre doloroso. Las causas fueron imperceptibles, aunque uno de sus principales componentes pueda ser la mal soportada heterodoxia y libertad con que nació. Llegó un momento en que se habló de reglamentos, o cuando menos de programas bien definidos de actividad (como si la creatividad se sujetara a reglamentos).

Con estas líneas sólo hemos querido recordar que ya en 1968, en España se aborda la utilización de las nuevas tecnologías en la creatividad artística, y que si se le hubiese dado la atención que requería, estaríamos mejor situados, no sólo en la aplicación del ordenador para ese tipo de creatividad, sino también para mejorar la actitud creativa general de cualquier tipo de actividad humana.