Articulo publicado en el libro colectivo : Ateneistas Ilustres II, ATENEO, 2007, pp. 701-716.

Historia de la Matemática Iberica :: Matematica española : Siglo XIX

El matemático Vallejo y la ciencia en el Ateneo de Madrid.

Por Ernesto García Camarero
 

Articulo publicado en el libro colectivo : Ateneistas Ilustres II, ATENEO, 2007, pp. 701-716.

La ciencia y el Ateneo de Madrid

Una de las tareas que ha gravitado en la cultura española ha sido la búsqueda de las causas que han impedido que la ciencia adquiriera en nuestro suelo un desarrollo e importancia análogos a los alcanzados por la literatura o por el arte. Además, es curioso observar como en los últimos siglos, a los periodos de esplendor científico han seguido periodos de oscuridad en los que han desaparecido instituciones científicas o han disminuido o discontinuado su actividad. En efecto, nunca han faltado instituciones y personas que, desde el siglo XVI, hayan intentado el desarrollo científico en España, aunque tampoco lo hayan logrado plenamente, sin que las causas de este fenómeno estén todavía claras.

No cabe duda que esta preocupación por el desarrollo científico, y de las causas de nuestro atraso en esta disciplina, estaba presente en la mente de los fundadores del Ateneo, y al calificarlo o subtitularlo en primer lugar de “Científico” se pretendía crear una institución que ayudase a regenerar el tejido científico que, tras el brillante periodo de la Ilustración, estaba muy deteriorado por culpa de la reacción que significó el reinado de Fernando VII. Entre las personas que, en el Ateneo, jugó un papel determinante en este sentido fue D. José Mariano Vallejo, al que dedicamos las siguientes páginas.

Una de las razones por las que se crea el Ateneo de Madrid fue, sin duda, el deseo de remediar la situación de deterioro científico que sufría España en los momentos de su promoción que se han materializado en dos fundaciones según lo permitieron las circunstancias políticas en cada caso.

Ya en la primera fundación , (que tuvo lugar el 14 de mayo de 1820, al restablecerse las libertades, cuando aceptó Fernando VII la Constitución de Cádiz), se otorga gran importancia al cultivo de las ciencias como se refleja, por una parte, en la el elección como vicepresidente al eminente naturalista Mariano de Lagasca, y, por otra, en el hecho de que de las seis secciones creadas para su funcionamiento, las cuatro primeras se dedicarían a ciencias o a sus aplicaciones , y solo las dos restantes se dedicaban : una a las bellas artes y bellas letras y la última se ocuparía de metafísica y filosofía.

Tambien prueba la importancia que se daba a la ciencia en el Ateneo el hecho de que en fecha tan temprana como septiembre 1820, se creara una comisión, (compuesta por Flores Calderón, Pons y Mornau, Guerrero de Torres, y el célebre naturalista Lagasca), para redactar el Reglamento científico del Ateneo, inspirado en las ideas de la Ilustración y en la propia experiencia de la ciencia en España durante el siglo XVIII. De esta forma se pretende que el Ateneo sea una auténtica Academia de Ciencias y Letras, y que supla, con vigor moderno, el retraso científico existente en las Universidades. Su objeto, dicen, es “propagar las luces y generalizar la Instrucción”. “El Ateneo al hacer ciencia no trata de construir entelequias, sino contribuir a la gobernación del Estado”.

Para atender estos objetivos científicos se inicio la formación de una biblioteca de Ciencias naturales, y funcionaron varias cátedras , abiertas a discípulos no socios. El Ateneo invirtió 121.540 reales en pago de casa, muebles, libros y papeles ; y 12.826 (más del 10%) en formar un gabinete de Física, con las principales máquinas para la enseñanza de esta ciencia. Lo que es otra prueba de la importancia que se daba al cultivo de la Ciencia.

La vida de este primer Ateneo de Madrid, fue efímera. La invasión, el 7 de abril de 1823. de los cien mil hijos de San Luis, que vinieron llamados por Fernando VII para restaurar el absolutismo y la Inquisición, tuvo como consecuencia, acabar con la Constitución y con las instituciones creadas a su abrigo, entre ellas el Ateneo.

La férrea dictadura obligó a muchos ateneístas, antes o después, a emigrar a diversos países europeos, principalmente a Inglaterra, Francia y a algunas repúblicas americanas. Algunos de los españoles que se trasladaron a Londres (como Lagasca, Rodríguez de Ledesma y Alberto Lista ) fundaron en 1829 un Ateneo Español en la capital inglesa que habría de ser la raíz del que después se refundaría en Madrid. En este Ateneo inglés también se atendieron los aspectos científicos de la cultura, como lo muestran los cursos que se dieron sobre diversas disciplinas, entre las que no faltaron las Matemáticas, dadas por Alberto Lista, y por el capitán José Núñez de Arenas , y la Botánica por Mariano de Lagasca.

* * *

Al morir el rey absoluto, e irse normalizando, aunque con dificultad, la nueva situación, regresan a España la mayor parte de los exiliados. Después de su retorno algunos de ellos, entre los que se encontraría de nuevo Mariano José Vallejo, fundan en 1835 el que habría de ser el Ateneo que ha durado hasta nuestros días. La promoción de esta fundación se hace desde la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País que, como sociedad patriótica para el fomento de la industria y modernización de España, le da al Ateneo desde sus orígenes un marcado sesgo hacia la ciencia, la técnica y la economía, impregnado de un sentido liberal y progresista que habría de infundir políticamente en la vida del país.

La importancia de la creación de este Ateneo queda manifiesta, por una parte, en el hecho de que a la Asamblea fundacional asistieron 165 personas , muchas de las cuales ya habían participado en el Ateneo español de Madrid y en el de Londres. Por otra parte, venía a cubrir el vacío de instituciones científicas que se había producido en la sociedad española en las últimas dos décadas. En efecto, no se había puesto en marcha la proyectada magna Academia de Ciencias, ni la Facultad de Ciencias, ni la Real Academia de Ciencias se había creado todavía, y las Escuelas Especiales de Ingenieros estaban desmanteladas.

En esta nueva fundación del Ateneo la atención prestada a las actividades científicas se recogen en sus Estatutos, de 2 de enero de 1836, en los que se determina que de las cuatro secciones en que se agrupan sus actividades (1ª Ciencias morales y políticas, 2ª Ciencias Naturales, 3ª Ciencias Físico Matemáticas y 4ª Literatura y Bellas Artes), dos de ellas estén dedicadas a las ciencias naturales y a las fisicomatemáticas. Vemos que la primera sección se dedica a las ciencias morales y políticas, necesarias para restablecer un tejido social capaz de regenerar y superar la descomposición y deterioro sociales causados por el absolutismo, y para recuperar y difundir las ideas de libertad, democracia y ética asociadas a la reconstrucción de un país en todos sus aspectos. Pero después de atender las necesidades de establecer el marco ético para legislar democráticamente, era también necesario atender a la reconstrucción de la economía, de las infraestructuras e iniciar una industrialización que estaba muy avanzada en Inglaterra, Francia, y otros países que el exilio había permitido a los fundadores del Ateneo conocer en profundidad. Para esta reconstrucción física del país era imprescindible un fuerte adelanto en el estudio y fomento de las ciencias.

De todas formas cabe preguntarse, si el interés estatutario por las ciencias quedó después reflejado en la actividad real del Ateneo y en resultados científicos de importancia. La respuesta es que el Ateneo no sería propiamente un centro de investigación científica, sino más bien de difusión y promoción de la ciencia, con lo que se colabora, en gran medida, a superar la precariedad de instituciones científicas, que motivaron en algún sentido la creación del Ateneo, y que afortunadamente fue desapareciendo paulatinamente, gracias, en cierta medida, a la actividad de los ateneístas dentro y fuera del ámbito propio del Ateneo.

José Mariano Vallejo, matemático.

José Mariano Vallejo, nació en Albañuelas, provincia de Granada, el 30 de mayo de 1779. Estudió en la universidad de Granada, en época en la que el intento de reforma universitaria (promovida por Carlos III) no había llegado ha realizarse. En lo que a la enseñanza de las matemáticas se refiere, estas seguían impartiéndose como parte de la Filosofía. Sin embargo, el desarrollo que las matemáticas en otras instituciones españolas , habían alcanzado en la época en que Vallejo inicia su formación, un nivel nada desdeñable gracias a un plantel de matemáticos (especialmente dedicados a las matemáticas aplicadas) con buen conocimiento de su materia que atendían a la enseñanza de las matemáticas y publicaban tratados y otros libros para que sirvieran de texto a dichas enseñanzas.

También el gran desarrollo de la matemática europea realizado por matemáticos de la talla de Euler, Lagrange, Moivre, Laplace, Clairaut, Maclaurin, Lacroix, Legendre, Monge, Gauss, ... llega a conocimiento de Vallejo a través de sus libros, ya que, aunque en las universidades dominadas por las facultades de Teología, Derecho y Medicina, la enseñanza de la matemática estuviese descuidada y se cursase solo dentro de la Facultad de Filosofía, Vallejo pudo estudiar matemáticas por su cuenta, en un ambiente, en el que podía ayudarse de bibliografía reciente y encontrar apoyo en alguno de sus maestros

Antes de cumplir los veinte años, se traslada a Madrid y cursa dos cursos académicos como alumno de la Real Academia de San Fernando, cuando era Antonio Varas, director de matemáticas de esa institución. Con la formación así completada en 1801 ingresó como Profesor sustituto de cátedras en la sección de matemáticas de la Real Academia de San Fernando

Desde este cargo llevo a cabo trabajos prácticos de topografía, como la nivelación de los alrededores de Madrid, la medida del perímetro de la corte y la altura de los puentes de Segovia y Toledo, al mismo tiempo que impartía sus lecciones de Geometría Practica.

El Real Seminario de Nobles de Madrid tenía en este periodo un renovado prestigio. Fundado por Felipe V, y regentado por los jesuitas hasta su expulsión en 1767, fue un centro de educación de los hijos de la nobleza y, en alguna medida, continuaba al Colegio Imperial de San Isidro, heredero a su vez, en lo que a matemáticas se refiere, de la famosa Academia Real de Matemáticas, fundada por Juan de Herrera en 1882, al servicio de Felipe II, y dirigida por el portugués Juan Bautista Labaña.

Después del extrañamiento de los jesuitas el Seminario de Nobles se renueva científicamente. Jorge Juan fue el primer director de este periodo, en el que también destacan otros nombres ilustres como los de Chaix, que pide autorización para que se explique en sus aulas su procedimiento de desarrollo en serie de funciones, o Mendoza Ríos quien desde Inglaterra busca instrumentos matemáticos y astronómicos con destino al Seminario siendo su interlocutor en Madrid, Felipe Bauza. En este periodo fueron profesores de matemáticas en esta institución, además de Vallejo, los siguientes : Martín Tadeo Rosell, Luis de Surville, Manuel Beguez Martínez, Josef Antonio de Igaregui, Tadeo Lope Aguilar, Agustín de Sojo (quien ganó las oposiciones de 1805)

En 1802 había fallecido D. Tadeo Lópe, Catedrático de Matemáticas del Real Seminario de Nobles. Para cubrir la vacante “con un sucesor digno”se convocaron, en junio de ese año, oposiciones a cátedras. A ellas concurrió Vallejo con solo 23 años de edad. El tribunal estuvo formado por D. Juan de Peñalver conservador del Gabinete de Física del Buen Retiro y de la Real Junta de Comercio y Moneda, el Sargento Mayor de Brigada, graduado de teniente Coronel, D. Antonio Benavides, el Sargento Mayor de Brigada D. Gabriel Morón, y el catedrático de matemáticas de la Real Academia de San Fernando D. Magín Vallespinosa. Cuatro fueron los opositores que concurrieron con Vallejo : Julián Rodríguez de Medina , Francisco Martínez de la Escalera , Josef Santos Álvarez , y Liborio Dionisio Pelleport . Vallejo presentó abundantes meritos en la oposición . El tribunal antes mencionado, el 8 de octubre de 1802, selecciona en primer lugar a Vallejo para ocupar la cátedra.

Recién ganadas las oposiciones, en noviembre de 1802, Vallejo solicita a don Andrés López de Sagastizabal, Director General del Seminario de Nobles, licencia « para contraer matrimonio con doña María de la Soledad Pastrana, hija de D. Juan de Pastrana, Oficial que fue de la Contaduría de Rentas Provinciales de esta corte » .

De la actividad de Vallejo en el desempeño de su cátedra tenemos pruebas en su obra Adiciones a la Geometría de Don Benito Bails , publicada en 1806 bajo patrocinio de la Real Academia de San Fernando, en donde refleja sus ideas de cómo se debía enseñar la geometría y que expone en sus cursos en el Seminario de Nobles. Y también la Memoria sobre la curvatura de las líneas en sus diferentes puntos, sobre el radio de curvatura, y sobre las evolutas : en que se expone esta teoría por los dos métodos, analítico y sintético , ...(Madrid, 1807, 147 p.)

El objeto de las Adiciones no era sólo complementar la geometría de Bails, sino introducir un rigor mas propio de la matemática del siglo XIX que de la matemática ilustrada del siglo XVIII que representaba Benito Bails, sobre la que hace critica del empleo de los todavía mal definidos conceptos geométricos tomados del calculo diferencial . Con esto volvía al rigor de las demostraciones euclídeas. Además en esta obra queda patente su conocimiento de obras de autores contemporáneos extranjeros, a los que cita expresamente, como Legendre(1751-1833), Bertrand (miembro de la Academia de Ciencias de Berlín hacia 1800), Sturm (1803-1855), Bezout (1730 - 1783), Bourdon y especialmente Lacroix (1765-1844) cuya obra conocía ya antes que fuera traducida al castellano .

También durante los años en que desempeño su cátedra en el Real Seminario de Nobles debió comenzar a reunir los materiales que formarían sus obras Tratado elemental de matemáticas (Mallorca, en 1812), y Compendio de matemáticas puras y mistas, (Valencia de 1819). Materiales que fueron elaborándose y ampliándose en las ediciones siguientes (once ediciones hasta 1854 del Tratado y cuatro ediciones más del Compendio hasta 1840) . Que han sido los textos para la enseñanza de la matemática superior mas difundido para la enseñanza de las matemáticas en España en la primera mitad del siglo XIX.

Dentro de la enseñanza de la matemática vemos otra faceta de Vallejo dedicada a la didáctica infantil que se inicia ya en 1806 cuando publica por primera vez su libro Aritmética para niños escrita para uso de las escuelas del Reyno (reeditado en 1824, 1830, 1836, 1841 y 1845). A esta actividad dedica también las siguientes publicaciones : Compendio de mecánica práctica para uso de los niños, artistas, artesanos, con el modo de construir la curva que trazaban las granadas arrojadas por los franceses en el sitio de Cádiz (1815) ; Geometría de niños : para uso de las escuelas normales establecidas en esta Corte con el fin de generalizar el método de leer, contenido en la teoría de la lectura (ediciones de 1834 y 1845) ; Complemento de la Aritmética de niños : escrita para uso de las escuelas del reyno (1836) ;

Tras la invasión napoleónica de 1808, y durante el reinado de José Bonaparte I, el seminario se convirtió en Hospital. Después, tras un periodo de transición entre 1814 y 1816, en este último año retomaron otra vez los jesuitas las riendas del Seminario hasta 1836 en que se convierte en Seminario Cristino y desaparecer poco después.

Al finalizar el trienio liberal, durante la década ominosa (1823-1833), Vallejo se vio obligado a salir de España y durante su exilio recorrió diversos países europeos (Francia, Bélgica, Inglaterra y Holanda), aprovechando su exilio para visitar a los más eminentes matemáticos del momento. Pacheco et al , indican que Vallejo dice en el Prologo de su Compendio (1840, Vol. I, p. XV) que « Al concluir este prologo, no puedo menos que manifestar mi gratitud a varior Sabios, a quienes he debido atenciones, durante mis viajes por Europa, y que me han favorecido con su ilustración. Estos colocados por orden alfabetico, son : en Paris Mrs. Ampére, Arago, Beudant, Biot, Brochant, Brogniart, Cauchy, Chaptal, Degerando, Elie de Beaumont, Fourier, Francoeur, Gay-Lussac, Girard, Hachettc, Jornard, Lacroix, Laplace, Lasteyrie, Legendre, Navier, Poisson, Prony, Puissant, y Tenard. (...) en Bruselas a Mr. Quetelet y Mr. Lejoinne. También para ver la relevancia en la comunidad científica europea de ese momento, Pacheco et al nos remiten a la biografía que Valson hace de Cauchy, en la que cita a Vallejo entre otros de los eminentes científicos asistentes a las conferencias de Cauchy .

En la tercera edición (1835) del Compendio incluye « un método nuevo, sencillo, general y seguro para encontrar las raíces reales de las ecuaciones numéricas de todos los grados, aun las que se resisten a cuantos medios y recursos ofrecen las Matemáticas, incluso los que suministra el Calculo Infinitesimal ». Este método ha sido estudiado históricamente con detalle recientemente . También en estos libros cita a sus jóvenes colaboradores los profesores Eugenio de la Cámara, Agustín Pascual y Fernando Boccherini.

Vallejo Político.

Las circunstancias históricas que hicieron interrumpir las tareas de Vallejo como catedrático en el Real Seminario de Nobles de Madrid, le llevaron a participar en los acontecimientos políticos que frente a la monarquía impuesta por Napoleón, promuevan una monarquía nacional y constitucional. Así vemos que Vallejo fue diputado en las Cortes de Cádiz, miembro de la Comisión de Agricultura y en las que también actuó en diversas ocasiones en temas económicos. Al revocar Fernando VII la constitución en mayo de 1814, Vallejo continúo sus actividades científicas, y logró el patrocinio del rey para que su Tratado se declarara libro de texto de los centros docentes nacionales y de los territorios de Ultramar.

En el bienio liberal, Vallejo participó en la administración del Estado desde distintos destinos. En agosto de 1820, fue nombrado oficial segundo de la Secretaria de Estado, el 8 de noviembre del mismo año fue nombrado presidente de la Comisión nacional para el fomento de la agricultura.

Pero el puesto más importante alcanzado fue el de Inspector y Director General de Estudios, que correspondía a una institución de alto rango cuya creación comenzó a discutirse en las Cortes de Cádiz (interrumpidas por su disolución en 181436) y finalmente creada bajo la presidencia de Manuel José Quintana en julio de 1821, con el objeto de incrementar e inspeccionar toda la enseñanza nacional.

Otro organismo constitucional creado para asegurar la libertad de expresión estaba formado por las Juntas Protectoras de la Libertad de Imprenta. Estas Juntas estaban formadas por los llamados jueces de hecho. En enero de 1822 Vallejo fue elegido como juez de hecho por el Ayuntamiento de Madrid para aquel año.

El 30 de septiembre de 1823, cae el régimen constitucional, y comienza un periodo de represión que afecta especialmente a los altos cargos del bienio constituciónal, represión que implica cesantía en los cargos, destierro, prisión, y en peor de los casos la muerte. También a Vallejo se le aplicó el decreto represivo, en virtud del cual se le desposeía de todos los cargos y la pena de destierro fuera de Madrid. Con esto inicia su desplazamiento primero al norte de España y después al exilio por diversos países europeos.

* * *

A su regreso del exilio se muestra Vallejo preocupado especialmente por la reconstrucción física y moral del país se dedica, por una parte, a la educación general prestando especial atención a la enseñanza de la lectura para luchar contra un analfabetismo que era la primera barrera que impedia difundir la cultura, y por otra parte, a las aplicaciones en ingeniería especialmente en lo relativo a la conducción de aguas y al trasporte por los caminos de hierro.

Su preocupación por el analfabetismo nacional, le llevó a inventar un nuevo método, que publico, por primera vez en 1825, en una memoria titulada Teoría de la lectura ó Método analítico para enseñar y aprender á leer : independientemente del conocimiento aislado de las letras ... (con otras ediciones de 1834 y de 1843, esta última con una introducción muy aumentada). Ahondando en su preocupación por la enseñanza primaria publica sus Ideas primarias que deben darse a los niños en las escuelas acerca de los números al mismo tiempo que se están ejercitando en la clave analítica de la lectura..., editado por primera vez en Paris en 1826, y después en Madrid en 1833. Otro trabajo en el que se refleja sus aportaciones pedagógicas está recogido es su Descripción de los nuevos aparatos ensayados a presencia de S. M. el 14 de marzo último / inventados por José Mariano Vallejo, para facilitar las principales dificultades de la escritura, editado en Madrid en 1834. Su ultimo trabajo en esta dirección es su Modo de poner en ejecución el nuevo método de enseñar a leer publicado bajo el título de Teoría de la lectura (Madrid, 1834)

También se dedica al estudio del movimiento y suministro de aguas, preocupado principalmente por la mala situación que en su día se encontraba Madrid. Como resultado de sus estudios publica en 1833 en tres voluminosos tomos su Tratado sobre el movimiento y aplicaciones de las aguas : en el cual se manifiesta por métodos sencillos, claros y exactos cuanto pertenece a su conducción, distribución y elevación ... : obra útil, conveniente y necesaria á toda clase de personas ...Teorías que aplica especialmente al caso de Madrid antes de que funcionase el Canal de Isabel II, y expone en 1845, en su opúsculo titulado Felicidad de Madrid y aun de toda la España o Aclaraciones acerca del modo de realizar el abastecimiento de aguas a esta capital, en siete meses y con un solo millón de gastos...

Un tema importante para el desarrollo industrial y comercial fue la definición del nuevo sistema de pesas y medidas que ; creado en la Francia Revolucionaria, fue implantándose paulatinamente por toda Europa (hasta su definitiva adopción en la Conferencia General de Pesas y Medidas de 1889) mediante el que se lograba la unificación de los diversos sistemas de medidas locales y nacionales. A este nuevo sistema métrico decimal dedico Vallejo un folleto, publicado en 1840, con el titulo Explicación del sistema decimal ó métrico francés, que por ley de 4 de julio de 1837, se ha mandado establecer en Francia, y está rigiendo allí desde 1 de enero de 1840 sobre las unidades de pesas, medidas y monedas correspondencia de las expresadas unidades francesas con las españolas, y de las españolas con las francesas y modo de hacer la reducción de unas á otras

Era un tema importante a mediados del siglo XIX el desarrollo de los caminos de hierro por las importantes ventajas que tenían con relación a los caminos de tierra, o carreteras empedradas, o a los canales de navegación. Sobre este tipo de caminos Vallejo publica una memoria titulada Nueva construcción de caminos de fierro, adaptable al territorio desigual y montuoso de nuestra península ; en la que se contiene además de los resultados de las investigaciones de la sección 3ª del Ateneo que el expuso en una conferencia leída el 22 de mayo de 1844, un Extracto de la Memoria sobre las carreteras, los caminos de fierro y los canales de navegación, publicada por Gerstner en Praga en 1813 y traducida al francés en 1827. Vallejo hace clara referencia a la distinción entre fuentes renovables de energía y yacimientos de combustibles que se agotan. Por eso en su planteo no solo propone construir caminos de hierro sino utilizar la fuerza de la gravedad como fuerza impulsora de ese transporte.

Mencionaremos además, entre otras de sus publicaciones ; las siguientes : un Tratado completo del arte militar, impreso en Mallorca en. 1812 ; unas Nociones geográficas y astrológicas para comprender la nueva división del territorio español... (Madrid, 1834) ; y una Memoria en que se trata de algunos puntos, relativos al sistema del mundo y formación del globo terrestre que habitamos : con aplicación a investigar nuevos procedimientos para la separación y aprovechamiento de la plata que contiene el plomo (Madrid, 1839)

José Mariano Vallejo, ateneísta ilustre.

Como ya hemos resaltado al principio de estas líneas, José Mariano Vallejo tuvo una participación muy activa en las dos fundaciones del Ateneo, y fue sin duda uno de los impulsores de la faceta científica en la docta Casa.

Ya en esta primera fundación encontramos al matemático y pedagogo Mariano José Vallejo (1779 1846), entre los primeros socios. En particular, la matemática recibía una atención especial, gracias a él, y a otros científicos como el marino Saturnino Montojo y Diaz (1796-1856) , el general Joaquín Blake, y Martín Foronda todos ellos ateneístas desde la fundación y que en el mismo curso de 1820-1821, impartieron cátedras de Matemáticas y de Física.

Pero es en la segunda fundación cuando Vallejo se destaca como ateneísta. Su firma aparece entre las primeras del acta de la sesión fundacional celebrada en Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País del 31 de octubre de 1835 . Ya en el curso 1836-37 , José Mariano Vallejo presidió la sección tercera, dedicada a las Ciencias físico matemáticas, así como la sesión de apertura de cátedras celebrada el 8 de junio de 1836 (Ruiz Salvador p.54). El curso siguiente, continuo de presidente ), así como en los curso 1838-39 ) y 1839-40.

En los últimos años de su vida todavía participaba Vallejo en las actividades del Ateneo. Así leemos en la Memoria de 1844 « dirijió las sesiones el matemático ilustrado D. José Mariano Vallejo, cuando los dos últimos puntos fueron analizados con presentación de muchos y curiosos datos, estadística con observaciones importantes, y por último con memorias luminosas que leyeron los señores D. Eduardo Rodríguez, Enríquez Alvear, y el dicho Sr. Vallejo, quien habiendo impreso su tratado sobre aplicación á España de los caminos de hierro, ha regalado un ejemplar al Ateneo ». Y en la Memoria de 1845, al comentar la presentación de algunos inventos de Ignacio Juez Sarmiento, se dice : « fueron examinados detenidamente, suscitándose con este motivo luminosas cuestiones de mecánica, en la que tomaron parte los señores Vallejo, Azofra, Prado, San Pedro, Rodríguez »

Por ultimo en la Memoria leída en la junta general del día 31 de diciembre de 1846, en la parte necrológica se dice : « es triste la pérdida de varios socios muy apreciables que han fallecido, todos sumamente acreedores al aprecio y estimación del Ateneo singularmente el Sr. D. José Mariano Vallejo, cuyos constantes desvelos en favor de este cuerpo, no puedo menos de encomiar altamente ».

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