Historia de la Matemática Iberica :: Matematica española : siglo XX

Crónica de la REVISTA de la SME, (nº 6, febrero 1912)

Crónica correspondiente al nº 6 de la REVISTA de la Sociedad Matemática Española (febrero 1912, p.221)
 

CRÖNICA

El Cálculo Infinitesimal al alcance de todos.

Al llegar á manos de nuestros lectores el presente número, habrá terminado de encuadernarse esta obrita, cuyo primer pliego acompañaba nuestro número anterior. Pueden, por lo tanto, los señores socios dirigir, desde luego, los pedidos que deseen hacer de este libro.

Gracias á la protección que nos ha dispensado la Junta para Ampliación de Estudios é Investigaciones Científicas, en esta publicación, podemos ofrecerla al precio de una peseta el ejemplar encuadernado en tela. A este precio podremos remitir únicamente un ejemplar á cada socio, pues los demás se venderán á dos pesetas el ejemplar, precio fijado para el público por dicha Junta.

Se han recibido ya numerosas cartas, sumamente interesantes todas ellas y que agradecemos, sobre esta obrita, que prueban que el primer pliego dió á conocer perfectamente su carácter y estilo. Sin embargo, para que-nadie quede sorprendido al leerla, reproducimos á continuación sus párrafos finales, que la caracterizan por completo.

« EPILOGO Y MORALEJA.

 »Puede presumirse, sin peligro de equivocarse, que al caer este « Calculo infinitesimal » en las manos de muchos matemáticos profesionales, se alzarán como un solo hombre (si la pereza no les domina), para condenarlo por no tener parte buena ni hallar por donde cogerlo. Desde su punto de vista, esto es tan claro como la luz meridiana. Está plagado de los errores más crasos y más perjudiciales.

 »En primer lugar, se le ocurre mostrar cuan ridículamente fáciles son muchas de las operaciones del Cálculo.

 »En segundo lugar, revela á los profanos multitud de secretos profesionales. Al demostrar que lo que puede un necio lo pueden mil, hace ver cómo esos matemáticos ampulosos que se glorían de haber dominado una ciencia tan espantosamente difícil como es el Cálculo, no tienen tanto derecho para engreírse como parece. Ponen su complacencia en vernos pensar cuán terriblemente difícil es todo esto y sufrirán al ver desaparecer este culto supersticioso.

 »Una tercera falta imperdonable de nuestro libro, según ellos, es que el autor ha fracasado de la manera más absoluta, en probar con rigidez y con una perfección satisfactoria, la validez de muchos métodos que han sido presentados en forma sencilla y ¡aún ha osado servirse de ellos en la solución de los problemas ! ¿Y por qué no ? ¿Se prohíbe acaso usar reloj á todo aquel que no sabe fabricarlo ? ¿Se prohíbe tocar el violín á los que no saben construirlo ? A nadie se le ocurre atosigar con reglas de sintaxis á los muchachos que todavía no saben hablar. Pues igualmente absurdo encontramos el exigir demostraciones generales y apodícticas á los principiantes en Cálculo.

 »Todavía se encontrará otra enorme falta en este libro absurdo, malo y antieducativo ; es, á saber, que la razón de ser todo en él tan fácil, no es otra que la de haber prescindido de las cosas difíciles. Ante acusación tan asombrosa no podemos decir sino que es una perogrullada. Precisamente esa y ninguna otra ha sido la razón de escribir este libro, escrito para la legión de inocentes que hasta la fecha no han podido adquirir los elementos de Cálculo, tan sólo por la manera tan estúpida como se hace su enseñanza en muchos casos. Cualquier asunto se hará repulsivo si se le presenta erizado de dificultades.

 »El único objeto de este libro es dar facilidades al principiante para aprender la terminología del cálculo, familiarizarse con sus cuestiones sencillas, darse cuenta de los poderosos métodos de que dispone para solucionar los problemas, sin necesidad de aburrirse y desesperarse recorriendo la obligada serie de ejercicios de la gimnástica matemática, todos ellos complicados y muchos de ellos incongruentes, que hacen las delicias de algunos matemáticos teorizantes.

 »Acaso este libro encuentre en su camino personas que oigan con agrado nuestro lema, lo que puede un necio lo pueden mil, y que tales palabras les sirvan de estímulo en sus aficiones matemáticas ; para ellos ha sido exclusivamente escrito, ténganlo por suyo y no hagan ningún caso de las críticas de los grandes matemáticos.

El traductor tiene verdadero gusto en hacer público su agradecimiento á los señores D. Blas Cabrera, D. Luis Octavio de Toledo y D. José Ruiz-Castizo, Catedráticos de Electricidad, Análisis matemático y Mecánica racional de la Universidad, por la exquisita amabilidad con que le han ayudado á buscar los términos equivalentes relativos á la Física Matemática y en la corrección de pruebas.